2-8-2004

 

Alfonsina Storni

(1892 - 1938)

 

 

 

Alfonsina Storni  was born in Capriasca, Switzerland of Italian-Swiss parents. She lived in Argentina from the age of four. After her father died, she had various jobs to support the family and worked as an actress, touring Argentina for a year. She received a teacher's diploma in 1910 and taught elementary school in San Juan, Argentina. At the end of the school year, she moved to Buenos Aires and started writing poetry. In 1912, she gave birth to an illegitimate son. To support herself and her son, she was a journalist and held teaching positions in state schools. In 1935, she underwent cancer surgery for a breast tumor. In 1938, the cancer returned and on October 25, she filled her pockets with rocks and drowned herself in the ocean at Mar del Plata. Some of her publications include; The Disquiet of the Rosebush (1916), Selected Poems (1940), and Poetry (1948).

 

 
Monumento a Alfonsina Storni, com uma visitante (Marisa Corsini), 1965 - foto de www.corsini.org/albumdefamille.htm
 

 

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Alfonsina Storni na Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

Monumento a Alfonsina Storni

 

POEMAS:

A EROS

A MADONA POESIA

Hombre Pequeñito

Adiós!

TU ME QUIERES BLANCA

ANIMAL CANSADO

SIESTA

La Loba

ALMA DESNUDA

Voy a dormir

 

 

Poet's Choice

By Edward Hirsch

Sunday, March 7, 2004; Page BW12

Near the end of her life, the Argentine poet Alfonsina Storni (1892-1938) wrote a dramatic series of poems that she called "antisonnets," which appeared in her moving posthumous volume Mascarilla y trebol (Mask and Clover). These poems abandoned rhyme but maintained a traditional structure of 14 lines: two quatrains, or four-line stanzas, and two tercets, or three-line stanzas. They are argumentative poems that take the traditional subject of the sonnet, romantic love, and radically dismantle it.

Storni treats the god of love with a bracing lyricism and dark cynicism in her allegorical poem "A Eros" ("To Eros"), which introduced her final work. She had always been a radical and unconventional figure. As she declared at the outset of her career:

I am like the she-wolf.

I broke with the pack

And fled to the mountains

Tired of the plain.

 

I have a son, the outcome of love without marriage,

For I couldn't be like the others, another ox

With its neck in a yoke; I hold my proud head high!

I plow through the underbrush with my own hands.

 

Yo soy como la loba.

Quebré con el rebaño

Y me fui a la montaña

Fatigada del llano.

 

Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley,

que yo no pude ser como las otras, casta de buey

con yugo al cuello; libre se eleve mi cabeza!

Yo quiero con mis manos apartar la maleza.

  

 Now the woman who broke with the pack has come down to the sea with a lifetime of experience behind her. Her head is still high. Think of her in her mid-forties strolling along a sandy beach, suddenly catching a doll-like figure of Eros by the throat. Eros tries to wound her, but she is undeterred and cuts him open to uncover his inner workings. She even finds his secret trapdoor. Then she tosses him back into the sea.

 

To Eros

 

I caught you by the neck

on the shore of the sea, while you shot

arrows from your quiver to wound me

and on the ground I saw your flowered crown.

 

I disemboweled your stomach like a doll's

and examined your deceitful wheels,

and deeply hidden in your golden pulleys

I found a trapdoor that said: sex.

 

On the beach I held you, now a sad heap,

up to the sun, accomplice of your deeds,

before a chorus of frightened sirens.

 

Your deceitful godmother, the moon

was climbing through the crest of the dawn,

and I threw you into the mouth of the waves.

 

A EROS

 

HE AQUI que te cacé por el pescuezo
a la orilla del mar, mientras movías
las flechas de tu aljaba para herirme
y vi en el suelo tu floreal corona.

Como a un muñeco destripé tu vientre
y examiné sus ruedas engañosas
y muy envuelta en sus poleas de oro
hallé una trampa que decía: sexo.

Sobre la playa, ya un guiñapo triste,
te mostré al sol, buscón de tus hazañas,
ante un corro asustado de sirenas.

Iba subiendo por la cuesta albina
tu madrina de engaños, Doña Luna,
y te arrojé a la boca de las olas.

 

 

Mask and Clover concludes with a passionate homage to poetry, the antisonnet "A madona poesía" ("To My Lady of Poetry"). The poet serves a larger god. Her final book, then, commences with a lyric that uncovers the deceit of romantic love, but it closes with a romantic reaffirmation of the religious purity of her stubborn and furious art. Love may have been corrupted, but poetry remains intensely pure.

To My Lady of Poetry

 

I throw myself here at your feet, sinful,

my dark face against your blue earth,

you the virgin among armies of palm trees

that never grow old as humans do.

 

I don't dare look at your pure eyes

or dare touch your miraculous hand:

I look behind me and a river of rashness

urges me guiltlessly on against you.

 

With a promise to mend my ways through your

divine grace, I humbly place on your

hem a little green branch,

 

for I couldn't have possibly lived

cut off from your shadow, since you blinded me

at birth with your fierce branding iron.

 

A MADONA POESIA

 

AQUI a tus pies lanzada, pecadora,
contra tu tierra azul, mi cara oscura,
tú, virgen entre ejércitos de palmas
que no encanecen como los humanos.

No me atrevo a mirar tus ojos puros
ni a tocarte la mano milagrosa;
miro hacia atrás y un río de lujurias
me ladra contra tí, sin Culpa Alzada.

Una pequeña rama verdecida
en tu orla pongo con humilde intento
de pecar menos, por tu fina gracia,

ya que vivir cortada de tu sombra
posible no me fue, que me cegaste
cuando nacida con tus hierros bravos.

 

 (The excerpt from "The She-Wolf," translated by Jim Normington, and the poems "To Eros" and "To My Lady of Poetry," translated by Kay Short, appear in Alfonsina Storni, "Selected Poems," edited by Marion Freeman. White Pine Press. Copyright © 1987 Marion Freeman, Mary Crow, Jim Normington and Kay Short.)

 

Hombre Pequeñito

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario que quiere volar
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto,
ábreme la jaula que quiero escapar.
Hombre pequeñito, te amé media hora,
no me pidas más.

 

   

 

 

Adiós!

 

Las cosas que mueren jamás resucitan,

las cosas que mueren no tornan jamás,

se quiebran los vasos y el vidrio que queda

¡es polvo por siempre y por siempre será!

 

Cuando los capullos caen de la rama

dos veces seguidas no florecerán...

Las flores tronchadas por el viento impío

¡se agotan por siempre, por siempre jamás!

 

Los días que fueron, los días perdidos,

los días inertes ya no volverán.

¡Qué tristes las horas que se desgranaron

bajo el aletazo de la soledad!

 

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,

las sombras creadas por nuestra maldad!

¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,

las cosas celestes que así se nos van!

 

¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...

—de llagas infectas—¡cúbrete de mal!

¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,

corazón maldito que inquietas mi afán!

 

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!

¡Adiós mi alegría llena de bondad!

¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,

las cosas celestes que no vuelven más! ...

 
 

 

TU ME QUIERES BLANCA


TU ME QUIERES alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada

Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.

Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.

 

 
   

 

 

ANIMAL CANSADO

Quiero un amor feroz de garra y diente
Que me asalte a traición a pleno día
Y que sofoque esta soberbia mía
este orgullo de ser todo pudiente.

Quiero un amor feroz de garra y diente
Que en carne viva inicie mi sangría
A ver si acaba esta melancolía
Que me corrompe el alma lentamente.

Quiero un amor que sea una tormenta
Que todo rompe y lo renueva todo
Porque vigor profundo lo alimenta.

Que pueda reanimarse allí mi lodo,
Mi pobre lodo de animal cansado
Por viejas sendas de rodar hastiado.

 
 

 

 

S I E S T A


SOBRE la tierra seca
EI sol quemando cae:
Zumban los moscardones
Y las grietas se abren...
El viento no se mueve.
Desde la tierra sale
Un vaho como de horno;
Se abochorna la tarde
Y resopla cocida
Bajo el plomo del aire...
Ahogo, pesadez,
Cielo blanco; ni un ave.

Se oye un pequeño ruido:
Entre las pajas mueve
Su cuerpo amosaicado
Una larga serpiente.
Ondula con dulzura.
Por las piedras calientes
Se desliza, pesada,
Después de su banquete
De dulces y pequeños
Pájaros aflautados
Que le abultan el vientre.

Se enrosca poco a poco,
Muy pesada y muy blanda,
Poco a poco se duerme
Bajo la tarde blanca.
¿Hasta cuándo su sueño?
Ya no se escucha nada.
Larga siesta de víbora
Duerme también mi alma.

 

   

 

 

La Loba

 

A la memoria de mi desdichada amiga J.C.P. porque éste fue su verbo.

 

Yo soy como la loba.

Quebré con el rebaño

Y me fui a la montaña

Fatigada del llano.

 

Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley,

que yo no pude ser como las otras, casta de buey

con yugo al cuello; libre se eleve mi cabeza!

Yo quiero con mis manos apartar la maleza.

 

Mirad cómo se rien y cómo me señalan

porque lo digo así: (Las ovejitas balan

porque ven que una loba ha entrado en el corral

y saben que las lobas vienen del matorral).

 

¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño!

¡No temáis a la loba, ella no os hará daño.

Pero tampoco riaís, que sus dientes son finos

y en el bosque aprendieron sus manejos felinos!

 

¡No os robará; la loba al pastor, no os inquieteís;

yo sé que alguien lo dijo y vosotros lo creéis

pero sin fundamento, que no sabe robar

esa loba; sus dientes son armas de matar!

 

Ha entrado en el corral porque sí, porque gusta

de ver cómo al llegar el rebaño se asusta,

y cómo disimula con risas su temor

bosquejando en el gesto un extraño escozor...

 

Id si acaso podéis frente a la loba

¡Y robadle el cachorro! no vayaís en la boba

conjunción de un rebaño ni llevéis un pastor...

¡Id solas! ¡Fuerza a fuerza oponed el valor!

 

Ovejitas mostradme los dientes. ¡Qué pequeños!

No podréis, pobrecitas, caminar sin los dueños

por la montaña abrupta, que si el tigre os acecha

no sabréis defenderos, moriréis en la brecha.

 

Yo soy como la loba. Ando sola y me río

del rebaño. El sustento me lo gano y es mío

donde quiera que sea, que yo tengo una mano

que sabe trabajar y un cerebro que es sano.

 

La que pueda seguirme que se venga conmigo,

pero yo estoy de pie, de frente al enemigo,

la vida, y no temo su arrebato fatal

porque tengo en el mano siempre pronto un puñal.

 

El hijo y después yo y después... ¡lo que sea!

aquello que me llame más pronto a la pelea.

A veces la ilusión de un capullo de amor

que yo sé malograr antes que se haga flor.

 

Yo soy como la loba.

Quebré con el rebaño

Y me fui a la montaña

Fatigada de llano.

 
 

 

ALMA DESNUDA


SOY un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al inviemo que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
Con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia,
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega,

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.
 

   

 

 

VOY A DORMIR (Poema suicida)


DIENTES de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas: bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájalo te traza unos compases

para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...

 
 

A poem by Bill Knott

 

Poet's Choice

 

By Robert Pinsky

 

Sunday, April 17, 2005; Page BW12

…………………………………………..

Alfonsina Storni

Feeling as you wrote that the cancer quote

Is on its way upstairs to the throat

One breast had already flown migrant

Heart de facto amazon only the sea remained

Like a jealous mattress an old pillow stuffed

With insomnia's phonebills the sea

Is there to throw oneself at at dawn late

Up all night over a poem called Voy a

Dormir which says this better than this

(Each time I read one by you I revise

Myself my suicide is to be me instead of you)

Sea that swallowed your poet throat

Does not for the having of it sing less

And besides only that cancer tried to float

(Bill Knott's poem "Alfonsina Storni" is from his book "The Unsubscriber." Farrar Straus Giroux. Copyright © 2004 by Bill Knott.)